Los videojuegos han tenido por lo general mala fama y prensa, que si es malo jugar tantas horas, que si las personas que los utilizan no tienen vida social, que son agresivos y los condicionan en su vida personal, etc., sin embargo, gracias a pedagogos tales como Marc Prensky, hemos comprobado que de los videojuegos se pueden sacar más y mejores conclusiones que las que la gente cree.
En este análisis sobre la inclusión de los videojuegos en la educación y su uso, expondré las conclusiones básicas y generales que se han llevado a cabo a través de la visualización del vídeo y del debate expuesto en clase en el que participó la mayoría del alumnado.
En primer lugar comentar que los videojuegos desde mi parecer son diferentes a la educación desde el momento en el que cada uno de nosotros escogemos el que mejor nos parece o el que nos gusta. de ahí que ya empecemos a jugar con él con un interés mayor que con la educación, la cual no elegimos. De este primer punto de vista podríamos deducir que si el profesorado o los docentes que tienen a un grupo de alumnos, se interesaran por aquello que les llama la atención y les motiva a cada uno de sus alumnos, entonces sería un buen punto de partida para empezar acercándonos a aquello que les gusta e interesa.
Otro punto a tratar en torno al mundo de los videojuegos es la gran multitud de juegos con los que nos podemos encontrar debido a su gran tipología. En este aspecto deberíamos considerar en primer lugar cuáles son los juegos que son aptos para la educación y cuáles no lo son. Por lo que hay que tener una visión crítica con el uso de éstos.
Una vez expuestos los primeros puntos a tener en cuenta en torno al tema en cuestión, la problemática de la cuestión comienza alrededor de las siguientes preguntas: ¿Qué pueden aportar los videojuegos a los niños que actualmente la educación no consigue? ¿Hasta qué punto deberíamos utilizarlos para su función educadora? ¿En qué posición quedaría el profesor al cargo y qué función tendría?, etc.
Los videojuegos, a la vez que con otras nuevas tecnologías de la información, preparan al alumnado al modelo de persona que la sociedad necesitará cuando terminen sus estudios, con una serie de competencias que ningún otro alumno anterior ha tenido. Estas competencias que los videojuegos pueden desarrollar, otras metodologías sin éstos no lo hacen de manera tan significativa. Competencias tales como la resolución ante problemas que se les presentan, autonomía, aprender a aprender, y sobre todo, como Marc Prensky afirma, la competencia emocional, tan importante en nuestros días. Según él, los videojuegos despiertan en los niños el interés y la motivación que la escuela no hace, la gratificación cuando consiguen resolver el problema que se les plantea, y también esa recompensa que obtienen al resolverlo, ya sea con nuevos niveles y nuevas dificultades, nuevos "ítems", accesorios, movimientos, etc.
Respecto a la función del profesorado sería como hemos dicho el que selecciona los videojuegos adecuados a la edad y a las necesidades de cada chico, con unos niveles adecuados, etc., por lo que sería como un guía en el aprendizaje de los alumnos, consiguiendo las competencias y los aprendizajes adecuados para cada uno de ellos.
Para finalizar y contestando a la última pregunta planteada decir que al igual que hace tiempo cuando los niños se tiraban tanto tiempo leyendo los libros (la novedad en aquel tiempo) y los padres decían que no leyeran tanto, lo que se debe coseguir actualmente es que los videojuegos pierdan esa mala fama que tienen por parte de los padres, ya que no todos los juegos son "malos", y que pueden hacer coseguir en sus hijos las competencias adecuadas para su desarrollo personal, social y laboral en su futuro más próximo.
Enlace de Acceso al Vídeo
- Redes (Nº 75) No me molestes, mamá, estoy aprendiendo.
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